14 febrero 2008

LA UNIÓN EUROPEA Y EL TRATADO DE LISBOA



El Tratado de Lisboa pretende mediante el marco jurídico y los instrumentos necesarios, hacer frente a los retos del futuro y dar respuestas a las exigencias de los ciudadanos europeos, contruyendo así una Europa más democrática y transparente, en donde los ciudadanos hagan oír su voz con más claridad ante sus socios internacionales.

El mismo fue firmado el 13 de diciembre del 2007 por los dirigentes de la Unión Europea, culminando así unas negociaciones sobre asuntos institucionales que habían durado varios años. Entrará en vigor el 1 de enero del 2009 y será ratificado por los Estados miembros de conformidad con sus respectivas normas constitucionales.

Las razones fundamentales del Tratado son tres: más eficacia en la toma de decisiones, más democracia gracias al mayor protagonismo del Parlamento Europeo y los Parlamentos nacionales y más coherencia en la actuación exterior.

En el Tratado se expresa abiertamente el compromiso político de abordar el doble desafío del cambio climático y la política energética. Se pondrán en juego todas las capacidades económicas, humanitarias, políticas y diplomáticas de Europa para fomentar sus intereses y valores en todo el mundo.

Se abren nuevas posibilidades de actuación transfronteriza en campos como la salud pública, la protección civil y el deporte, situando además la libertad, la justicia y la seguridad entre sus prioridades más importantes.

La Unión Europea podrá combatir con mayor eficacia las organizaciones criminales dedicadas al tráfico de personas entre países, promover y apoyar la prevención de la delincuencia y contribuir a la lucha antiterrorista mediante la inmovilización de bienes.

El Tratado de Lisboa revalida el compromiso de la UE para la elaboración de una política de inmigración común. También contiene una "cláusula de solidaridad" según la cual la Unión y los Estados miembros actuarán conjuntamente con espíritu de solidaridad si un Estado miembro es objeto de un ataque terrorista o víctima de una catástrofe natural o de origen humano.

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