Funcionarios y diputados al Parlacen acompañaron a los presidentes de Honduras, Porfirio Lobo Sosa, y República Dominicana, Leonel Fernández, durante el foro "Integración, seguridad ciudadana y desarrollo regional".
SANTO DOMINGO (EFE).- Los presidentes de República Dominicana, Leonel Fernández, y Honduras, Porfirio Lobo, abogaron en Santo Domingo por estrategias integrales para combatir el narcotráfico y las otras formas de criminalidad organizada que castigan a Centroamérica y el Caribe.
Políticas, programas e iniciativas que combinen la prevención y la persecución de los delitos y, al mismo tiempo, una coordinación internacional eficaz son algunos de los instrumentos que defendieron durante el foro “Integración, seguridad ciudadana y desarrollo regional”.
La reunión, que se celebra en la capital dominicana, organizada por el Parlamento Centroamericano (Parlacen), aborda los problemas de inseguridad que afectan a la zona y sus soluciones desde el punto de vista de políticos, juristas, sociólogos y otros expertos.
El presidente dominicano, Leonel Fernández, dijo que el combate contra el narcotráfico, uno de los más graves problemas de seguridad, no debe cesar ni ser reemplazado por la despenalización del consumo de drogas y recordó que ciudades como Miami, Chicago y San Francisco han conseguido reducir el flagelo. “También es posible lograrlo en nuestros países”, declaró el mandatario, quien señaló que aunque ahora afecta con dureza a México, el narcotráfico también ha sido derrotado en Colombia.
Recordó que, según informes recientes de la ONU, el valor de mercado del narcotráfico en el mundo supera los 400,000 millones de dólares, más que el producto interno bruto (PIB) de 125 países, lo que da una idea de la dimensión global de este fenómeno y de que, por lo tanto, la solución debe ser también global.
El mandatario se mostró crítico con la ayuda económica de Estados Unidos a los países de América Latina para combatir el crimen organizado y el tráfico de drogas y le pidió, a cambio, créditos en condiciones favorables para conseguir el equipamiento necesario para luchar contra la delincuencia y el narcotráfico.
Dijo que es escasa la dotación económica para la República Dominicana incluida en los planes estadounidenses de ayuda contra la criminalidad, que cifró en 15 millones de dólares, frente a los 1,200 de la Iniciativa Mérida para México y Centroamérica o los 7,000 que se desembolsaron en el Plan Colombia. “Que no nos den nada”, declaró, y propuso que, en lugar de “repartir dinero insuficiente”, le concedan créditos blandos que permitan al país caribeño adquirir lanchas rápidas y radares.
Por su parte, el Presidente de Honduras, Porfirio Lobo, cree que la inseguridad que afecta a la región “es un síntoma de ingobernabilidad y una advertencia de la línea roja” junto a la que están los países de la zona.
Al igual que Fernández abogó por políticas de coordinación en la lucha contra la criminalidad y por iniciativas que involucren a los barrios y a los municipios, así como por “una labor fuerte de prevención”.
La falta de empleo, los fallos en los sistemas educativos, la ausencia de alternativas para el ocio y la existencia de núcleos sociales y familiares con problemas son algunas causas de este mal, opinó. Pero la miseria y el subdesarrollo son “también consecuencia de la inseguridad”, por lo que “no se debe criminalizar la pobreza”, ya que hay delincuentes de distintos estratos económicos, agregó.
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